jueves, 10 de diciembre de 2009

Cuento gripal


A Cenicienta se le convirtió la carroza en calabaza a las doce, y perdió su zapato de cristal al salir corriendo del baile perseguida por el príncipe, en cambio yo, tal vez no pueda ir a la fiesta, porque los virus gripales me han invadido totalmente. Llevo todo el día rodeada de mocos, no creo que pueda estrenar mis botas blancas nuevas como siga así, y que decir de perderlas mientras el príncipe azul me persiga.... cosa imposible porque son de caña altas, y porque no hay tal príncipe.... Lo bueno de todo es que mi Zafira, seguirá siendo coche después de las doce. Oh, gran dios del paracetamol, haz que mañana esté bien, y pueda levantarme de la cama!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Más te vale que el dios paracetamol te haga salir de la cama e ir a la fiesta...porque como vaya yo en tu busca va a ser mucho peor...jejejeje...ahora fuera de coñas...no puedes faltar a la fiesta...esto no será lo mismo sin tí...un beso muy fuerte mi niña...muacks