Malas decisiones

Y manda huevos la carga de leña.... si es que si soy más tonta no nazco. Si es que ese día tenía que haberme dejado el puñetero teléfono en casa, como me ocurre cuando no quiero dejarmelo, es la ley de Murphy.

Pues nada, hubo un día, que iba yo toda ciclada, y le ví, y no se que me pasó, mi autoconvencimiento de que su cara está revuelta y que es más feo que el culo de un mono iba viento en popa, pero lo fastidié. No se, estaba asi como guapo, mi Mister Tall... (si, se que decir que es guapo es una incongruencia pero en mi mundo de fantasía y gominola es una especie de Adonis griego de espaldas anchas y perfil arquitectónico), incluso creo que hasta le vi esbozar una sonrisa asi como de medio lado, porque hay que decir, que le cuesta un brazo y parte del otro sonreir.

Asi que me fui con la señora Cordinadora a tomar un café, y empecé con el sin vivir....

- ¿Le mando un mensaje? No, no... no se lo mando. ¿Y si se lo mando? No, que no me va a contestar.... ¿Y si me contesta? Que no, que no, que no se lo mando....

- Mandaselo.- La señora cordinadora me dejó campo abierto al satélite enviador de mensajes de texto con solamente una palabra...

Y evidentemente se lo mandé, después de decidir con esta petarda que ponerle... ¿Y a que no sabeis que ocurrio?

(Redoble de tambores)

Que todavía estoy esperando a que me conteste.....