miércoles, 7 de octubre de 2009

Tarde de paquetes, cañas y patatas deshidratadas


Ayer arrastré a amatxo a una tarde llena de caravanas en coche por Bilbao en busca de mi nuevo móvil, con café incorporado en un pueblo perdido a las afueras para terminar perdidas nuevamente, esta vez por el casco. Menos mal que tuve luces, y se me ocurrió la maravillosa idea de llamar a Jr para que viniera a rescatarnos del laberinto de calles y tiendas, y calles y más tiendas, para llevarnos a un kiosko a comprar patatas deshidratadas lights, porque sino a mi amatxo le iba a dar un colapso nervioso. Fuimos al Lamiak, amatxo, Jr, un amigo de éste super majo y la menda lerenda, si, a ese bar que me encanta y al que no soy capaz de llegar yo sola nunca. Tengo un pequeño problema con el casco viejo de Bilbao, yo llegar a él se, lo de saber donde estan las cosas ya es más dificil. Yo me adentro, me pongo a dar vueltas, aparezco trenta veces en el mismo sitio, no soy capaz de encontrar el garito aquel que me gustaba tanto dos veces seguidas.... etc en fin, un desastre.
Fue genial, charlar distendidamente de trabajo, desamor (porque de amor ya no se habla, que de eso ya no gastamos) de arte, de diseño, de viajes, la vida en si, mientras estos bebian cerveza (yo coca cola light, que sigo con las drogas y no puedo beber alcohol) y ver la gente pasar, la gente que es el corazón de la ciudad, el corazón de Bilbao. (esto ultimo me ha quedado super poético)
Éramos Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda, pero en Bilbao, una versión astur-euskaldun hetero-gay de la serie de la HBO, sentados en las escaleras del Marzana, hablando de la vida sin preocuparnos de nada más, que de respirar.

1 comentario:

Bambu dijo...

Son las mejores tardes, la próxima vez la completas visitandome en el curro :-p