martes, 8 de septiembre de 2009

Triste


Érase una vez un hombre triste.... caminaba con los hombros echados hacia adelante con paso lento. Su mirada era triste, siempre tenía los ojos medio encharcados, de un castaño oscuro profundo, miraba hacia lugares perdidos que nadie nunca pudo encontrar. Tenía el corazón herido, y nadie sabía la razón, tal vez porque nadie nunca le pregúnto. Su boca no esbozaba sonrisas, algun amago de vez en cuando, nunca de su garganta nació una carcajada, y nunca de sus labios una palabra amable. Se sentaba sólo, intentando pasar desapercibido entre la muchedumbre, no se relacionaba con nadie, parecía no necesitarlo. Tal vez en algún tiempo pasado no fuese así, tal vez dentro de ese envoltorio frío se escondiera algo distinto. Era todo un misterio.... En ocasiones la tristeza nos invade, se convierte en nuestra compañera de viaje, y es muy dificil hacer que se marche... eso parecía pasarle al hombre triste. Alguna vez alguien intentó acercarse a él para intentar entablar una conversación, saber algo de él, simplemente ser amigos, pero su miedo, y desconfianza era tan grande como la tristeza que le invadía, y conseguía alejar a las personas muy muy lejos. Ojalá algún día, consiga librarse de esa carga de tristeza que lleva pegada consigo.

1 comentario:

Bambu dijo...

El rollo Emo esta de moda... mi consejo es q te alejes de los tristes que aqui se pega todo menos la hermosura...

Y respecto a la dignidad de la que hablabas... nadie te la quita choni, es sólo q a veces no sabes donde la has puesto pero siempre acabas por encontrarla.