Señor Nicomedes

Hoy he mantenido una agradable conversación telefónica mañanera.... nunca pensé que iba a echar tanto de menos a alguien. Supongo que pensar que estaba en Gijón, me hacía creer que lo tenía más cerca, pero ahora como un alto porcentaje de Asturianos, se ha ido a la capital en busca de un futuro obligado laboral. Todavía me acuerdo de cuando hacíamos aquel comic grotesco en la cafetería del campus del milán con Paul y Borja, mientras devorábamos un pincho universitario y decidíamos a que juego de cartas ibamos a dedicar la mañana, porque evidentemente pisar la clase no la pisabamos mucho... Ahora me arrepiento de no haberle tocado más las narices cuando coincidimos en Bilbao años después, y se quedaba a dormir en casa, y le hacíamos ponerse pijamas de chica apretados. Lo único que no echo de menos son tus ronquidos!!! (No todo iba a ser maravilloso).