viernes, 4 de septiembre de 2009

Ya no


Ya no le quiero.... aunque nunca sabré si alguna vez le tuve algun tipo de cariño, o que demonios fue aquello. Le encumbré, le subí en una expedición de "al filo de lo imposible" a lo alto del Himalaya. Tal vez me enamoré de la imagen que tenía de él, o yo que sé de que. Tiene la personalidad de un melón, esa cáscara verde, dura, infranqueable.... y luego ese interior al que cuesta llegar si no es con un cuchillo, del escritor de cuentos e historias que te ponen los pelos de punta y te hacen sonreir. Había algo en sus ojos que me decía que ibamos a llegar a firmar un tratado de Westfalia y pasarnos tres o cuatro horas charlando sobre mil cosas delante de una taza de café. Me equivoqué. Elegí mal. Siempre me equivoco... como cuando hablo con mi pony, y me enervo solo por intentar sacarle un poco de interés para ver si puede volver a haber una chispa que encienda la hoguera que apagó con su falta de detalle. Porque a él, si se que aun le quiero... pero no se como sostenerlo. Podría ponerle un letrero luminoso delante de su cara diciendole exactamente que es lo que necesito y él no se daría cuenta... aun así, le echo de menos. Tal vez ya no tenga que elegir más, o esforzarme más dentro de una relación... tal vez haya llegado el momento de esperar a ser elegida, y si ocurre como cuando yo era pequeña y me quedaba para la última en la elección al saltar a la comba.... pues tendré que aprender.

No hay comentarios: